Todo es impermanente

Acepta que TODO es impermanente, que nada es para siempre.

La juventud, tu cuerpo, el amor, el dolor, la pena, el goce, la alegría, la vida misma; nada es permanente. Todo está en constante cambio, las cosas van y vienen o simplemente se van y no vuelven. 

Cuando nos hacemos conscientes de esto, tenemos dos opciones; tener miedo y aferrarnos a todo para no perderlo, incluso a nuestra vida o disfrutar la vida con todo lo que traiga, lo bueno y lo malo, cuidando y disfrutando cada momento de luz y viviendo cada momento de sombra, sabiendo que ambas cosas tendrán su fin.

Disfruta ese cuerpo joven y fuerte. Probablemente hoy crees que no es lo suficientemente lindo. Pero lo es.

Ama de verdad, sin miedo. Disfruta y cuida a tu pareja. No sabes hasta cuando l@ tendrás a tu lado. 

Sal de tu casa; con tus amigos, de viaje, al parque, al cerro, donde sea, no te quedes encerrado, la vida está ocurriendo allá afuera.

Trabaja, pero no en exceso de manera que se te vaya la vida en ello. Lo económico también va y viene.

Ten tu práctica de Yoga cada día mientras puedas y agradécele a tu cuerpo, a tu mente y tu corazón por estar ahí en ese preciso instante acompañándote.

Recuerda que tu vida es hoy, y lo que sea que esté ocurriendo en ella en este momento, bueno o malo, no es para siempre, porque TODO ES IMPERMANENTE.